El crimen del padre Amaro


Podemos clasificar esta obra de José María Eça de Queiroz dentro de la categoría de aquellas que a finales del siglo XIX y principios del XX reflejaron los cambios que se estaban produciendo en la sociedad. Eran nuevos tiempos. La sociedad industrial había desarraigado a la gente de sus orígenes, llevándolos a las ciudades donde pasaban a engrosar la clase obrera. Al tiempo la ciencia avanzaba y daba respuestas a cosas hasta entonces tenidas por cuasi milagrosas. Son tiempos de profundos cambios, de nuevas maneras de educar y relacionarse. En resumen son años en los que se configuró  el modelo social  imperante durante la mayoría de los años del siglo pasado.

Los cambios, por radicales que sean,  no evitan el inmovilismo de aquellos muy celosos de conservar los privilegios que tienen y que ven peligrar. Una de las instituciones que así actuaron fue la Iglesia Católica, empeñada en mantener su dominio sobre las almas y a la par sobre la existencia terrenal y formas de vida de su feligresía. Para ello sus componentes no dudaron en intervenir en todo lo que pueda hacer peligrar esta posición dominante.

De eso habla la novela. El padre Amaro es destinado a una población rural, Leiria, como párroco de su catedral. Viene muy recomendado y es una persona de físico agraciado y agradable estar. Se hospeda en casa de la Sanjuanera, una  mujer ya de cierta edad de la que se comenta que mantiene relaciones con el canónigo Dias, antiguo maestro del padre Amaro.

Esta mujer tiene una hija, Amelia, que queda impresionada por la apostura del joven sacerdote y se enamora de él. Se trata de una joven guapa y fuerte, católica practicante que ya cuenta con un pretendiente, el cual al conocer el giro de los acontecimientos escribe un artículo en el que denuncia la mala influencia de los sacerdotes sobre sus fieles, criticando sus malas costumbres y sus relaciones con mujeres devotas e insinuando las que existen entre Amelia y el padre Amaro. Este artículo apenas tiene consecuencias negativas para el sacerdote, al contrario, conocido el autor, el clero influye para que se produzca la ruptura del compromiso con Amelia, pierda su trabajo y termine teniendo que abandonar Leiria.

Las relaciones entre los dos protagonistas continúan y llegan a consumarse carnalmente. Para tener comodidad en ellas el padre Amaro trata de ampararlas bajo un manto de catequesis, haciendo creer que Amelia está ayudando a formarse espiritualmente a un alma necesitada de ello por lo que debe desplazarse a un lugar próximo. De esta forma pueden celebrar sus encuentros sin mayores peligros. El padre Amaro, en un acto de un sumo cinismo, hace creer a su enamorada que lo de ellos es bueno, incluso voluntad divina, que no se trata de algo pecaminoso.

Amelia queda embarazada. Oculta su estado y da a luz en una aldea próxima. El niño es entregado a una “tejedora de ángeles” (una persona que terminará matándolo). Cuando Amaro, arrepentido, lo quiere recuperar es tarde. Amelia muere unos días después del parto. El padre Amaro, huyendo de las consecuencias de sus actos, marcha a Lisboa donde se nos hace saber que continúa con su vida sin mayores consecuencias y sin ningún tipo de arrepentimiento.

Así como el personaje del padre Amaro está bien desarrollado, el de Amelia queda un tanto exiguo . ¿Que pensaba ella?, ¿que problemas de Fe y conciencia le representaba su amor por un sacerdote?. Su personalidad no está desarrollada, es un peón en el juego cuando no debería ser así. Al final el hombre sale victorioso y la mujer, la pecadora, muere, recibiendo el castigo de su culpa. Es algo a echar en cara al autor, para nada anticlerical y que desde luego no se planteaba la liberación de la condición femenina ni abogaba por la causa.

La novela es una denuncia sobre la actitud de aquellos que pudiendo llevar a los demás a un mejor desempeño de su vida, tanto pública como íntima, se encastillan en el inmovilismo como forma de conservar sus privilegios, sin reparar en las miserias morales que su actitud genera.

José Maria Eça de Queiroz, fue un escritor portugués, considerado por muchos el mejor realista de su país en el siglo XIX. Nació en Povoa de Varzim el 25 de Noviembre de 1845 y murió en París el 16 de Agosto de 1900.

Hijo natural del magistrado José Maria de Almeida de Teixeira de Queirós y de Carolina Augusta Pereira de Eça, fue inscrito como hijo de madre desconocida y bautizado en la localidad de Vila do Conde. Sus padres terminarían casándose cuatro años después. Pese a ésto el joven José Maria viviría en casa de sus abuelos paternos en Verdemilho (Aveiro) hasta 1885, año en que se trasladó a Oporto. Allí cursó la enseñanza secundaria en el Colegio da Lapa que dirigía el padre de otro ilustre escritor portugués, Ramalho Ortigâo.

En 1961 inició sus estudios de Derecho en la Universidad de Coimbra finalizádolos en 1866. Durante la estancia en dicha universidad escribe sus primeros artículos para el diario Gazeta de Portugal. Dichos artículos, 10 en total, se recogían bajo el título general de Notas marginales y chocaron al público portugués por la novedad de su estilo.

Concluidos sus estudios abre despacho en Lisboa y sigue colaborando con el diario mencionado. Se traslada a Évora, donde durante un breve período de tiempo se ocupa de la dirección del diario local.  A finales de 1867 es cofundador del Cenáculo, junto con Jaime Batalha Reis, José Fontana, Augusto Funchini, Oliveira Martins, Ramalho Ortigâo y Salomâo Saragga.

Viaja a Egipto para la presenciar la apertura del Canal de Suez, acto de lo que deja constancia en una serie de artículos publicados en el rotativo Diario de Noticias, publica su primera novela en colaboración con su amigo Ramlho Ortigâo, El misterio de la carretera de Sintra, novela de misterio cercana a un relato policíaco.

En 1980 fue nombrado administrador municipal de Leiria. Aprovechando su estancia en esta ciudad escribió su primera novela realista sobre la vida portuguesa, El crimen del padre Amaro.

Estaba en posesión del título de cónsul de primera clase lo que propició que en 1872 fuese destinado a La Habana. Desde entonces viviría alejado de su país, al que solo volvería de forma esporádica y por breves períodos de tiempo. No obstante seguiría colaborando con diarios portugueses. Ello hizo posible que en 1874 apareciese en el Diario de Noticias su relato Singularidades de una chica rubia, más tarde lleva al cine.

Destinado a Inglaterra, al consulado de Newcastle-upon-Tyne, en 1984, redacta allí su tercera novela, El primo Basilio, que concluyó en 1875. También envía al diario de Oporto A Actualidade, una serie de artículos que constituirían Cartas desde Inglaterra. Por aquel entonces concibió el ambicioso proyecto de escribir una serie de doce novelas  con el título genérico de Escenas de la vida portuguesa.

En 1878 es trasladado a Bristol. Trabajaba por entonces en la novela La Capital que no vería publicada en vida (aparecería póstumamente en 1925) y en la que se considera su obra más destacada, la extensa novelaLos Maia.  Estas dos obras son consideradas la quintaesencia del realismo portugués. Otro campo que cultivó fue la literatura fantástica, como son los casos de El mandarín (1880) y La reliquia (1887).

Su último libro fue La ilustre casa de Ramires sobre un hidalgo del siglo XIX con problemas para reconciliarse con la grandeza de su linaje.

Sus escritos desde Londres y París se consideran de gran valor documental y literario.

En toda su vida no dejó de colaborar con diversos diarios portugueses e incluso brasileños.

Su obra está traducida a más de veinte idiomas. Bastantes de sus novelas fueron editadas con posterioridad a su fallecimiento.

El crimen del padre Amaro a sido llevada al cine. La película fue dirigida por Carlos Carrera.

Posted on 13 Maio, 2013, in Actividades do club, Club Castrillón, Libros lidos, Novela social e política and tagged , . Bookmark the permalink. 1 comentario.

  1. Con este libro terminamos el curso 2012/2013. Es un buen final. El texto nos ha gustado, tanto por la temática como por la prosa. Un magnífico libro que nos acerca a la literatura portuguesa del final del siglo XIX de la mano de uno de sus mejores escritores. El tema interesante, actual y polémico. Es un tema intemporal. Hasta el próximo curso.

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