Recuerdos del futuro
¿Puede el pasado servir para esconder el presente?. ¿El libro que estás leyendo en estos momentos representa mi búsqueda de un destino llamado Entonces?. Dime donde termina el recuerdo y empieza la imaginación. Dime que te necesito conmigo como compañero de viaje, mi otro yo amable y arisco a la vez, mi consorte durante el tiempo que dure el libro. ¿Como es que siento tus pasos a mi lado mientras escribo?. Por qué casi te oigo silbar mientras caminamos?. No lo sé. No lo sé. Pero ahí esta: mi amor por los desconocidos.
Así comienza el capítulo 7 del libro que tenemos entre manos y que, sinceramente, no me parece fácil de leer. Las preguntas que se formulan dan pistas por donde va lo que nos cuenta, la base de lo que expone de forma un tanto barroca para mi gusto. Estamos ante un obra singular. La autora juega con sus recuerdos y su presente, los evoca y los trae al tiempo real en que vive. Nos exige una concentración en la lectura para no perdernos en ese espacio-tiempo , un concepto establecido por Minkowski. Lo explica como un modelo geométrico de la relatividad especial que une espacio y tiempo en cuatro dimensiones.
Lo que Siri Hustvedt parece querer contarnos es su autobiobrafía. Pero lo hace de una manera singular. No lo hace linealmente, no comienza por sus recuerdos remotos y va narrando su vida de forma continuada desde el pasado al presente. No. Lo hace intercalando estos recuerdos en su vida actual, dejando entrever lo que éstos han supuesto en su formación y desarrollo vital, lo que le han servido para su actual plenitud.
De verdad es interesante leer como narra su llegada a Nueva York a finales de los años 70. Años locos por excelencia. Como la joven S.H. se enfrenta al desafío de la gran ciudad, a sus posibilidades y peligros. A las experiencias que entonces vive, su vecina, sus amistades y amores. En fin, todo eso lo que describe en un diario que llevó entonces y que encuentra 40 años después y del que dice ,”lo recibí como si fuese un familiar querido al que hubiese dado por muerto”.
El efecto sobre la S.H. mayor es en principio de nostalgia. Nostalgia de todo lo que en aquel momento sintió, la libertad al llegar de su Minesota natal, la curiosidad por todo lo que ve y oye. Sus viajes en metro, sus lecturas. Lo que identificaba aquellos lugares como los toldos, hoy andrajosos, entonces nuevos; carteles anunciando infinidad de cosas, cabinas eróticas, etc. También las librerías Coliseum, Gothan Book Mart, Books & Co. o Eighth Street Bookshop.
Aquella joven provinciana, se podría decir, va haciendo amigos, acude a lecturas de poesía y a discotecas. Se obsesiona por averiguar que le ocurre a su quejumbrosa vecina, persona que por las noches se lamenta en voz alta repitiendo una y otra vez algo así como “amsah“, un sonido que resultó ser la contracción de “I am sad“, (estoy triste). Lo que dicha vecina dice y discute consigo misma es materia para basar una novela que la joven, aún inexperta, no acierta a descubrir.
Siri Hustvedt, en lo que describe, reflexiona sobre la naturaleza de la memoria y el tiempo, como antes apuntábamos. Es casi un ensayo sobre este tema. Alguien comentó una vez que los mejores ensayos dan testimonio de las vueltas y los virajes de una mente interesante y la autora está dotada de una mente de esas características. La historia de S.H., aunque sea parte de su autobiografía, no la deja satisfecha. “Me interesa comprender cómo estamos emparentadas ella, S.H., y yo”, dice la narradora en una de sus mejores digresiones, donde toma en consideración el espacio-tiempo de Minkowski. Según nos dice la descripción de este concepto es posible “si imaginamos que todo el espacio en un momento del tiempo es como un pan gigante. Un montón de rebanadas dispuestas de una manera particular, podría ser algo parecido al espacio-tiempo de Minkowski. Cada rebanada representa el espacio en un momento del tiempo. Puestas todas juntas por orden cronológico tienes el espacio-tiempo”. Es decir, el pasado es también presente y futuro. Según ella “en el espacio-tiempo, la “yo” todavía infantil y el “yo” mayor coexisten, y en esa asombrosa realidad cuatridimensional, teóricamente podrían encontrarse y conversar”.
Solo añadir que el final resulta conmovedor. Es una obra difícil de calificar, incisiva, sentimental, autobiográfica. Cada cual puede definirla como la siente al leerla. No defraudará pero hay que poner todo el interés en descifrarla.
Siri Hustvedt (19 de febrero de 1955 en Northfield, Minesota, Estados Unidos) es una novelista, ensayista y poeta feminista estadounidense de padres noruegos.
Realizó sus estudios de licenciatura en St. Olaf College (Historia) y su doctorado en la Universidad de Columbia (Inglés). Su tesis doctoral es acerca de la obra de Charles Dickens y se titula Figures of Dust. A Reading of “Our Mutual Friend”.
Hustvedt se ha destacado principalmente como novelista pero también ha publicado un libro de poesía, al igual que cuentos y ensayos interdisciplinarios en The Art of the Essay 1999, Best American Short Stories 1990 y 1991, The Paris Review, The Yale Review y la revista Modern Painters, entre otros.
En octubre de 2012, fue galardonada con el Premio Internacional Gabarrón de Pensamiento y Humanidades 2012, gracias a su labor investigadora y sus ideas sobre filosofía, neurociencia o psicología.2
En 2014, recibió un doctorado honoris causa por la Universidad de Oslo.3 También ha sido nombrada doctora honoris causa por la Universidad Stendhal-Grenoble en Francia, el 20 de octubre de 2015 y por la Universidad de Gutenberg-Mainz en Alemania, el 16 de junio de 2016.
En mayo de 2019 fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019, por toda una obra sustentada en el feminismo, arte y ciencia.4
Vive en Brooklyn, Nueva York, con su marido el también novelista Paul Auster y la hija que tienen en común, la cantante Sophie Auster (1987-).
Posted on 25 Outubro, 2019, in Actividades do club, Club Fórum mañás, Clubes de lectura, Novela sobre a vida cotiá and tagged Influencia del ayer en nuestra manera de actuar hoy, Novela con apuntes autobiográficos. Bookmark the permalink. 2 Comentarios.
No fue una novela fácil de asimilar y leer. Las opiniones fueron muy dispares, desde aquellas que consideraron el texto muy díficil de comprender, a los que comentaron que fue un relato cuyo seguimiento era difícil y en ocasiones se perdían en aspectos como en que tiempo estaban ocurriendo lo que se narraba.
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